Hot Dreams


Primer Hot Dream
En el trabajo no paraban de mirarse pero lo que  les había unido de verdad era una red social. Todas las noches se conectaban y se esperaban para poder hablar, Amanda pasaba el día deseando hablar con él pero hoy le odiaba con toda su alma, después de 3 meses tonteando , ahora el había decidio que lo mejor era pasearse por la oficina con una morena despanpanante, y ella se sentía terriblemente desilusionada, ¿Cómo era posible que él hiciera eso? ¿Acaso no la quería? Ella se habría jugado la mano por afirmarlo, pero ahora viendole de la mano con aquella morena se daba cuenta de que se había engañado a si misma creyendo fantasías que jamás habían sido reales. Lo peor era que esa noche ambos tenían que ir a una cena de la empresa con su correspondiente fiesta hasta las tantas. Ahora no tenía ni las más minimas ganas de asistir, se había comprado un vestido perfecto para la ocasión, largo hasta el suelo y con un escote en V sugerente, pero sutil, ya que esta cena era crucial para la empresa, porque una empresa china quería hacer negocio con nuestra firma y llevarla allí lo que abría un nuevo mundo de posibilidades, pero como sabía que iba a estar él, se había comprado la lencería más bonita que había ese día en Women Secret, había comprado unos ligueros con unas medias, a juego con un tanga y un sujetador negro de encaje. Pero ahora no quería usarlo no le apetecía hacer nada, bueno si, quería coger la tarrina de helado de chocolate y acabarla hasta que sólo quedara el cartón y tirar por la borda los 2 meses de dieta estricta que llebaba. Pero en vez de hacer todo esto decidió que se pondría la ropa y sacaría todos sus encantos diespuesta a enseñarle lo que se había perdido.
A las ocho y media pasó a recogerla un coche de la empresa y supo desde el instante en que llegó que el estaba ya dentro sentado, esperándola. Terminó de hecharse el pintalabios y empezó a andar con paso firme y elegante aunque sus pensamientos eran de todo menos eso. Finalmente llegó al coche, abrió la puerta y el estaba allí dentro, más guapo que nunca, cuando le vio casi se le para el corazón, pero decidió seguir firme y no andarse con tonterías ya no perdería más el tiempo con el. Se metió en el coche y el conductor empezó a dar marcha atrás para poder salir de la calle que era sólo de un sentido, ella no quería mirarle, a si que decidió mirar por la ventana, pero esto tenía un gran fallo si miraba la ventana veia su reflejo y eso hacía que ella se excitara, recordando todas las veces que se había imaginado junto a él en otras muchas situaciones, muy diferentes al momento actual.
-¿Has decidido no hablarme?- Preguntó él intentando entablar una conversación con ella.
-No hablo con personas que parecen haberme olvidado- Ella habló con todo el desprecio que podía haber en su tono y siguió aun sin dedicarle una mirada
-No te entiendo, ayer estabas bien conmigo y hoy no se que te pasa
-¿Cómo que no lo sabes? Tal vez no seas tan inteligente como había pensado
En ese momento el decidió que era mejor no hablar, pero no podía evitar mirar  sus pantorrillas, en plena discursión ella había movido las piernas de tal manera que sin darse cuenta había dejado a la vista el liguero en el que tenían fin sus medias. Miraba de reojo sin poder evitar pensar en lo que le gustaría poder quitarle el vestido precioso que llevaba y descubrir que se escondía debajo, hacía cinco meses que el la vio pasar por la puerta principal del despacho del director porque quería seguir sus prácticas en la empresa, desde aquel momento el no había podido parar de pensar en ella, en su forma de mover las caderas al andar y en ese precioso trasero que se le aparecía en sus sueños más eróticos.  De pronto el coche se paró y la puerta trasera se abrió, era el momento de salir y dirigirse hacía el restaurante, pero era el peor momento del mundo para que pasara esto ya que él no sabía como iba a poder disimular el bulto que tenía en el pantalón y aun menos sabía como iba a poder contenerse toda la noche con ella a su lado y sin poder tocarla.
Salió del coche esperando que nadie se fijara en él ni en el bulto de su pantalón y ambos juntos entraron en el ascensor, habían quedado con los empresarios en un hotel que en la planta 11 tenía un restaurante en el que se comía la mejor carne de la ciudad. Entraron juntos en el ascensor y comenzaron a ascender, pero de pronto el ascensor se paró, se encendieron las luces de emergencia y ellos se quedaron atascados dentro. En aquel momento él aprovechó para hablar:
-No entiendo por que estas así , pero esta mañana me hubiera gustado presentarte a mi hermana.
De pronto ella se dió cuenta de lo que realmente había sucedido, y le miró por primera vez en lo que llevaban de día a los ojos
-Lo siento no sabía que era tu hermana sino hubiera ido a saludar yo
-¡Ah! Con que eso era lo que te pasaba. Pensabas que era otra persona- De pronto él también se dió cuenta de lo que había pasado- Lo siento debería de habertelo dicho antes- Pero sin poder acabar la frase ella se acercó a el y le besó.
Despúes de casi tres meses esperando ese beso, sus lenguas se juntaron en un beso pasional y lleno de deseo, de repente el se separó de sus labios y dijo:
-Creo que estas apunto de hacer mis sueños realidad
-¿Qué sueños? -preguntó ella por saber si era posible hacerlos realidad
-Estos- En vez de contestarla, pusó sus brazos alrededor de ella y comenzó a desabrochar su vestido. De pronto el vestido se estendió por el suelo, pero el no fue capaz de verlo, toda su atención se centraba en lo que se había encontrado antes bajo el vestido y que ahora quedaba a la luz, su maravilloso conjunto de encaje hizo que notara aun mas presión en su pene, sintiendo que iba a estallar de un momento a otro. Ella comenzó a besarle con más pasión y a desabrocharle el pantalón, y en ese momento se dió cuenta de lo duro que estaba y quiso sentirlo dentro, y que él pudiera sentirla también, él de pronto comenzó a lamer sus pezones provocando que ella llegara al orgasmo, pero este no era él fin el deseaba darle todo lo que pudiera y quería llegar con ella al orgasmo, los dos unidos en uno. Sin detenerse más le quitó toda la ropa interior, pero paró un segundo antes para que esa imagen se le quedara grabada en la memoria y no pudiera olvidarla nunca. Ella hizo lo mismo, le quitó la ropa hasta que no quedó nada de ella y le contemplo en todo su esplendor, aquel era un hombre maravilloso que llevaría a cualquier mujer a la locura, pero ahora solo deseaba ir con el a esa locura. De repente ella se agachó y el se quedó observandola, ella sacó un preservativo del bolso que llevaba y comenzó a ponerselo, y cuando él sintió las manos de ella recorriendole sintió un escalofrío qu recorrio todo su cuerpo, su tacto era el cielo si es que existía dicho cielo. Sin poder evitarlo la agarró y la apolló sobre la pared, subiendola a la altura de sus caderas, ella se inclinó para besarle mientras el la llenaba y gimió en su oido. El placer que la estaba provocando debía estar prohibido o al menos eso penso ella. El comenzó a embestirla cada vez con más fuerza al sentir que sus respiraciones se aceleraban y de repente ella dijo:
-Vamos cariño, llevo esperando esto tres meses, no me hagas esperar más
El empezó a embestir aun con más fuerza y ella a gritar del placer, y de repente ambos llegaron juntos al orgasmo de una manera en la que ninguno de los dos lo había hecho nunca antes, y se quedaron allí entrelazados el uno con el otro.
De repente volvieron las luces y el ascensor comenzó a moverse y ninguno de los dos supo que hacer, quedaban nueve plantas pero no les daba el tiempo necesario para vestirse y arreglar los desperfectos, pero el ascensor se volvió a parar en la planta cinco y otra vez llegaron las luces de emergencia. Decidieron vestirse y recoger todo, además gracias a dios el ascensor tenía una papelera y un dispensador de clinex, tiraron el preservativo a la basura y ella le dijo:
-He esperado esto los últimos dos meses y quiero que sepas que ha merecido la pena esperalos- Se acercó a su oido y le susurró- Te quiero

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